Historieta
En esta historia los protagonistas son una chica que tenía complejo de luna, se sentía sola rodeada de estrellas, pero sola al fin y al cabo. Esta luna se quedaba con las ganas de tocar al otro protagonista, un chico que era como el sol, él era luz, pero se sentía solo como la luna porque no encontraba a nadie que le fuera a medida.
Hasta que en algún momento se cruzaron.
Ella era frío y él era calor, ella era la noche y él el día, al principio podían parecer completamente distintos pero eran seres ideales el uno para el otro, esta era una de las típicas historias en las que encuentras a tu otra mitad, ese ser que te complementa.Y a partir de ahí sus encuentros fueron fugaces como los eclipses, duraban instantes, y eso le dolía a la luna porque ella quería más.
Luna con él se sentía feliz, no se sentía sola y sentía que por una vez, encontró a una persona que la hizo el centro de su universo, lo que pensaba o sentía él a día de hoy sigue siendo un misterio...
El caso es que sus encuentros cesaron, se separaron y luna quedó destrozada, y el chico sol no volvió a ser el mismo que ella había conocido.
Y el universo se tornó más frío y oscuro que nunca. A pesar de que ella chocaba seguido con asteroides, nadie era igual que el sol.
Pero de repente se cruzaron de nuevo, y las estrellas se alegraron pensando que por fin volvería a haber la luz que un día llenara el universo, pero él no estaba seguro y ella no tenía paciencia, aunque cada vez que se encontraban cada sonrisa que se escapaba de sus labios era diferente.
Pasaron los días, ella soñaba con volverlo a ver y él soñaba que quería soñar con ella, y ambos se hacían la misma pregunta, en qué momento fui tan imbécil por dejar que se marchara.
Luna decidió que ya estaba bien, y quiso despertar de ese sueño absurdo que no la llevaba a ninguna parte, pero algo le decía que no, que volvería...
Sol pasaba los días esperando a que ella volviese, y cada día que pasaba la angustia en el pecho de ambos aumentaba.
Los dos se dieron cuenta de que al final no eran tan distintos, que eran casi iguales y se sentían tan tontos por ser los dos un par de cabezones sin remedio.
Como acaba esta historia aún no está muy claro, y puede que no quede claro nunca, pero tampoco uno se puede anticipar a nada, hay que aprender del pasado y vivir el presente, el futuro ya vendrá solo en su debido momento, y lo que tenga que ser, será.
-Anxe Moledo
El Romance de la Luna Gitana y el Sol Poeta, Sinkope.
Hasta que en algún momento se cruzaron.
Ella era frío y él era calor, ella era la noche y él el día, al principio podían parecer completamente distintos pero eran seres ideales el uno para el otro, esta era una de las típicas historias en las que encuentras a tu otra mitad, ese ser que te complementa.Y a partir de ahí sus encuentros fueron fugaces como los eclipses, duraban instantes, y eso le dolía a la luna porque ella quería más.
Luna con él se sentía feliz, no se sentía sola y sentía que por una vez, encontró a una persona que la hizo el centro de su universo, lo que pensaba o sentía él a día de hoy sigue siendo un misterio...
El caso es que sus encuentros cesaron, se separaron y luna quedó destrozada, y el chico sol no volvió a ser el mismo que ella había conocido.
Y el universo se tornó más frío y oscuro que nunca. A pesar de que ella chocaba seguido con asteroides, nadie era igual que el sol.
Pero de repente se cruzaron de nuevo, y las estrellas se alegraron pensando que por fin volvería a haber la luz que un día llenara el universo, pero él no estaba seguro y ella no tenía paciencia, aunque cada vez que se encontraban cada sonrisa que se escapaba de sus labios era diferente.
Pasaron los días, ella soñaba con volverlo a ver y él soñaba que quería soñar con ella, y ambos se hacían la misma pregunta, en qué momento fui tan imbécil por dejar que se marchara.
Luna decidió que ya estaba bien, y quiso despertar de ese sueño absurdo que no la llevaba a ninguna parte, pero algo le decía que no, que volvería...
Sol pasaba los días esperando a que ella volviese, y cada día que pasaba la angustia en el pecho de ambos aumentaba.
Los dos se dieron cuenta de que al final no eran tan distintos, que eran casi iguales y se sentían tan tontos por ser los dos un par de cabezones sin remedio.
Como acaba esta historia aún no está muy claro, y puede que no quede claro nunca, pero tampoco uno se puede anticipar a nada, hay que aprender del pasado y vivir el presente, el futuro ya vendrá solo en su debido momento, y lo que tenga que ser, será.
-Anxe Moledo
El Romance de la Luna Gitana y el Sol Poeta, Sinkope.
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