Stand By

Cuántas veces habrá fantaseado escuchando esa canción. Relacionándola con su vida en ese momento. siempre en estado de espera. Deseaba de verdad marcharse a ver el mundo, suponiendo, como en la canción, que nadie estaría esperándola. Deseaba con todas sus fuerzas hacer algo, porque más tiempo estando en ese infinito Stand by la volvía loca.
Se preguntaba a qué demonios estaba esperando, día tras día como una imbécil, deseando que pasara algo nuevo, como si la vida fuera una película.
Con todo el agobio y el estrés que estaba pasando. sólo la aliviaba refugiarse en sus mejores recuerdos, esperando volver a vivirlos de un momento a otro.
Y se repetía una y otra vez la misma canción. Dos, tres, cuatro veces seguidas esperando liberar la angustia de su pecho.
Ella quería vivir libre, sin preocupaciones, en una isla desierta o a lo mejor en una casita perdida en medio del monte, esos sueños locos que se suelen tener cuando uno quiere paz. Sentía que el tiempo se le acababa a cada momento que pasaba, y no podía evitar pensar en vivir cada momento, exprimirlo al máximo porque no sabía cuando iba a ser el último. Tenía por momentos esa sensación de vivir para siempre, pero era consciente de que todo se acaba.
¿Para qué?, solía pensar. Una persona se pasa la vida estudiando y trabajando para nada, de un momento a otro ya no estás, y todo lo que hiciste se puede acabar olvidando. Ella quería vivir algo glorioso, de esas películas sobre adolescentes en la que todo es ideal, situación ideal, compañía ideal... Solía pensar que esperando llegaría algo parecido. Luego comprendió que esas cosas hay que salir a buscarlas, y que la niña que vivió parte de su adolescencia sola, escribiendo, debatiendo consigo misma, se convirtió en una mujer con ganas de comerse el mundo, sin permitir que nunca nadie más volviera a pisarla.
Cuando comprendió por qué la vida la había tratado así, sólo le bastó con mirar a sus amigos. Gente con la que compartió días, noches, momentos especiales como un festival en verano típico de las películas, o paseos al lado de un río al anochecer. La vida le regaló lo que tanto ansiaba y dejó de vivir en Stand by, dejó de vivir en estado de espera. La angustia y la tristeza que la dominaron durante años se esfumó por momentos para que pudiera ver lo que se suponía que se había perdido todo ese tiempo. Dejó de encerrarse en ella misma para confiar en otras personas. Y cuando escuchaba esa canción, ese siempre en estado de espera, sólo le daba ánimos para seguir adelante.
-Anxe Moledo
Escribo escuchando a Extremoduro, entre otros.
Imagínate el resto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Era

Por preferir

Historieta